Sus inicios
Lo del espectáculo le corría por las venas: además de sobrina del desaparecido guitarrista Paco de Lucía, es hija de los cantaores Pepe de Lucía y Pepi Benítez, y su hermano mayor, José de Lucía, toca la guitarra. Sin embargo, sus primeros pasos sobre el escenario no los dio tanto por vocación como por saltarse las clases: “Con tal de no ir al colegio era capaz de hacer cualquier cosa”. Y así, con 15 años y casi sin proponérselo, acabó grabando su primer disco, ‘Aprendiz’, apadrinado por nadie más y nadie menos que Alejandro Sanz. Vendió 400.000 copias y ganó el premio Amigo a la artista revelación. Era el año 1998 y su carrera no había hecho más que empezar.
En la actualidad,lleva 16 años en el mundo de la música, más de 2 millones de copias vendidas de todos sus discos (15 entre álbumes de estudio, directos y recopilatorios) y ha obtenido un sinfín de reconocimientos, entre los que destaca su nominación a los Grammy latinos 2011.
Sin embargo, si hay algo que la ha hecho llegar a todos los públicos, independientemente de la edad o los gustos musicales, es que la seleccionaran para ser una de los cuatro ‘coaches’ del programa ‘La Voz’ (de Telecinco) en febrero de 2012; seguido de la ‘La Voz 2’ (2013) y ‘La Voz Kids’ (2014)
Supersticiosa y solidaria
Se confiesa supersticiosa y detesta el número 13; pero, en cambio, adora a los gatos negros, algo que no es de extrañar ya que la defensa de los animales es una de sus pasiones: “Colaboro con ‘Mascoteros Solidarios’ y, cuando tengo ratos libres, hago de auxiliar de veterinaria. Así que, en cierto modo, soy una veterinaria frustrada. Tengo tres perros y un gato, pero he llegado a tener hasta siete perros. Me llaman loca por recoger perros y gatos de la calle. ¡Hacen falta más locos!”. Y además, ha prestado su apoyo a otras organizaciones solidarias como Cruz Roja,
Unicef o Save The Children.
GLAMOUR DEL HOGAR ;MALÚ DECORADORA.
COLORES OSCUROS. "Siempre juego con colores, pero tienen que ser oscuros. Los sofás del salón son granates y el que tengo en la buhardilla, verde caqui".
ILUMINACIÓN TENUE. Tiene casi todos los puntos de la casa iluminados, pero todos con luces muy tenues. "En el salón, tengo lamparitas en rojo".
La caja de la tele es la mesa de su estudio. Malú dice que cada vez va sintiendo más su casa a pesar de que todavía le queda mucho por decorar y amueblar. "¡Si la caja de la tele hace de mesa en el estudio y en las paredes, que son enormes, no he puesto ningún cuadro!
Cuando sale de compras sabe lo que quiere. La cantante no es de las que sale de compras y va buscando ideas. "Lo que me pasa siempre es que tengo muy claro en mi cabeza lo que quiero, así que salgo a buscarlo y hasta que lo encuentro, no paro".
La buhardilla es el rincón preferido de su casa. Su gusto por lo oriental queda de manifiesto en cómo ha decorado su rincón preferido: la buhardilla. "Es lo que más me gusta de la casa. La he decorado con muebles hindús y orientales". Por eso, cuando vio unos cojines del mismo estilo no se lo pensó y los compró.
SU ESTILO DENTRO Y FUERA DEL ESCENARIO
La diva del pop sube siempre al escenario su lado más sexy: brillos, prendas ceñidas y escotes sensuales. Cuando deja de actuar su estilo se suaviza con jeans y pantalones anchos. Nunca abandona sus ojos ahumados, los grandes accesorios ni sus zapatos de tacón. Adora el color negro y sus matices hasta llegar al blanco, aunque en ocasiones la hayamos visto vestida de rojo.
Letras árabes en su antebrazo derecho, símbolos en su muñeca izquierda, corazones y cerezas en sus pies, un dibujo en la espalda …"Tengo tantos tatuajes que parezco un jarrón chino", ha dicho la artista en varias entrevistas. Los ‘tatoos’ han pasado a formar parte de su estilo, que en el escenario es muy potente y que tiende a la comodidad en su vida diaria.
Cuando Malú sube al escenario va a por todas. Una de sus prendas fetiche son los monos ultraceñidos al cuerpo y decorados con lentejuelas, cadenas y otros adornos que resplandezcan con las luces de los focos. Es una prenda sólo apta para cuerpos trabajados que a ella le sientan como un guante.
Los minivestidos brillantes son otras de las prendas con las que le gusta salir a cantar en sus actuaciones. A diferencia de los monos, que los prefiere ceñidos, suele usarlos holgados y siempre acompañados de altísimos tacones con los que recorre hábilmente el escenario de un lado a otro.
Un tejido que usa de manera habitual es el cuero. La hemos visto salir a cantar y recoger premios con tops y pantalones de piel y hasta con un sexy corsé rojo. Son prendas que se pegan al cuerpo, que realzan la figura y que, inevitablemente, tienen un punto rockero que queda muy bien en el escenario.
Sus señas de identidad son un ‘piercing’ en la nariz (intercambia un pequeño brillantito y un aro), unamelenaza ondulada, ojos ahumados en negro acompañados de un maquillaje natural y grandes joyas:pulseras, anillos y el ya famoso collar de Daniel Espinosa que lució en La Voz.
Cuando Malú baja del escenario es una joven de vaqueros y camisetas. Pantalones rectos o pitillos que combina con chaqueta y botas ‘biker’ o con enormes plataformas. Lo que no cambia es su inconfundible pose: sonriente o seria pero relajada con los pulgares en los bolsillos.
Ella misma ha confesado que el estilo con el que más a gusto se siente es con ropa cómoda y ancha.Con unos pantalones de pinza, sencilla camiseta y chaqueta de punto ‘oversize’, con otros de estilo ‘boyfriend’ combinado con blusa blanca e incluso con un mono más vestido, en lo que no cede a la comodidad es en los zapatos.La Malú más femenina se viste con faldas cortas y tacones altos. Una de lentejuelas con camiseta básica, una negra con top adornado con encajes o un vestido drapeado, lo que tienen en común estos estilismos es la sobriedad de su colorido: blanco, negro y gris, tres básicos que nunca fallan.
"Me considero una mujer muy pasional, no enamoradiza. No soy de enamorarme del primero que pasa ni de ir de flor en flor. Me han roto muchas veces el corazón", ha confesado la cantante.